Tiene un motor 2.5 TFSI de gasolina turboalimentado de cinco cilindros, con inyección directa, que da 340 CV (más detalles técnicos sobre el motor 2.5 TFSI). Este motor va asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades. La tracción es en las cuatro ruedas conectable automáticamente (más información).
No está disponible con tracción delantera ni con cambio automático. Según un responsable de Audi a quien pregunté, los clientes de este coche quieren un cambio manual. Independientemente de que eso sea así, lo cierto es que Audi no tiene un cambio «S tronic» (el que llevan otras versiones del TT) que sirva para el TT RS: el de seis velocidades no aguanta un par motor superior a 350 Nm; el de siete marchas que sí lo soporta (el que tiene el Audi S4 o el Q5) es para motores colocados longitudinalmente, no en disposición transversal que es como lo tiene el TT.
Al igual que sucede con el resto de la gama, es un coche fácil de conducir a un ritmo relativamente rápido porque no tiene reacciones bruscas que aparezcan de imprevisto y entra con facilidad en las curvas. Un BMW Z4 es más difícil de conducir rápido. Con todo, el Audi TT no tiene el tacto que sí tienen deportivos como el Porsche Cayman o el Mazda MX-5 (que es mucho menos potente).
Es un coche muy rápido. Un TTS (2.0 TFSI de 272 CV) también lo es, pero lo que más les diferencia es la capacidad que tiene el TT RS de ganar velocidad cuando se circula muy rápido o al recuperar en marchas largas, por ejemplo en los tramos de autopista sin limite de velocidad, donde bastaba con pisar el acelerador sin reducir ninguna marcha para que el coche superase con facilidad 200 km/h.
Según los datos homologados por Audi, el TT RS acelera de 0 a 100 km/h en 4,6 s con carrocería cupé (4,7 s con carrocería descapotable). Su velocidad máxima está limitada a 250 km/h, aunque bajo petición puede configurarse para que llegue a 280 km/h. Un TTS llega a 100 km/h en 5,2 en el mejor de los casos (que es con el cambio automático «S tronic») y tiene la velocidad limitada a 250 km/h.
El Porsche Cayman S de 320 CV alcanza 277 km/h de velocidad punta y acelera de 0 a 100 km/h en 5,2 s. El dato del consumo también es mejor en el Audi: 9,2 l/100 km (ficha de consumos) frente a 9,8 l/100 km. Un BMW Z4 sDrive35i, con cambio manual, también es más lento y gasta más (5,2 l/100 km y 9,4 l/100 km); con el cambio automático el BMW gasta menos (9,0 l/100 km).
El TT RS cuesta mucho más que un Nissan 370Z (hay unos 20.000 € de diferencia). Un Audi S5 Coupé o un Porsche Cayman S tienen un precio ligeramente superior al del TT RS (comparativa).
De serie, tiene una suspensión que rebaja la carrocería 10 mm con respecto al resto de los Audi TT. Opcionalmente, puede llevar amortiguación variable («Audi Magnetic Ride»), con dos tipos de ajuste: «confort» y «sport».
Las llantas de aleación de 18'' y cinco radios dobles van montadas en neumáticos de medidas 245/45. En opción están disponibles otras de 19" (con neumáticos 255/35) o 20''.
Los frenos de disco autoventilados son de 370 mm en el eje delantero y 310 mm en el trasero, con pinzas delanteras de cuatro pistones fabricadas de aluminio, pintadas en negro y con la inscripción RS. Para disipar el calor con mayor rapidez, los anillos de fricción de los discos delanteros -de hierro- están perforados y van unidos a los armazones de aluminio (la pieza donde va atornillada la propia rueda) mediante pernos (lo frecuente es que ambas partes sean una sola pieza de hierro). Otra ventaja de este tipo de frenos es que reducen la cantidad de masa no suspendida. Aún con todo esto, tras dar cuatro vueltas al circuito los frenos se fatigaron notablemente (esto es algo que sucede con la mayoría de los coches de serie cuando se corre con ellos en un circuito).
El control de estabilidad («ESP») tiene dos niveles de desconexión. En el primero denominado deportivo, en el segundo nivel, queda completamente desconectado. Para poder aprovechar toda la capacidad de aceleración en el circuito tuve que utilizar el modo deportivo para que el control de estabilidad no frenase el coche a la salida de las curvas más lentas.
Diferencias en el aspecto y el equipamiento
El TT RS, como otros modelos de Audi con la denominación «RS», no tiene luces antiniebla colocadas en los paragolpes (para incrementar las entradas de refrigeración), sino que están integradas en los faros.
Otro detalle diferenciador del TT RS es que lleva un alerón fijo, no retráctil, en la parte trasera de la carrocería. Opcionalmente está disponible uno que se acciona automáticamente. Los retrovisores, también como en otros RS, van pintados en color aluminio mate.
Los faros son de xenón y tienen una tira de diodos luminosos para luz de marcha diurna.
En la parte posterior, el paragolpes incluye un difusor y una doble salida de escape. El sonido de escape se puede ajustar en dos niveles mediante un mecanismo controlado por una válvula (más información); si el conductor desea más ruido de escape tiene que accionar el botón de «modo deportivo», colocado en la consola. Opcionalmente, hay un escape con recubrimiento negro mate para las salidas, que también incluye este mecanismo de válvula y un sonido «más deportivo».
El TT RS está disponible en ocho colores de carrocería. En la versión Roadster, la capota puede ser negra o gris oscura.
Los asientos delanteros tienen calefacción y están tapizados en una combinación de cuero y Alcántara, con costuras de color plata. Opcionalmente puede tener unos asientos de tipo deportivo que dan una gran sujeción. A las personas más voluminosas les pueden resultar molestos los resaltes laterales, especialmente los que sirven para sujetar los muslos.
Los asientos llevan el logotipo TT RS estampado sobre los respaldos. Esta inscripción también está presente en el volante, el cuentarrevoluciones y las molduras inferiores de las puertas. Las alfombrillas tienen ribetes en color plata. El reposapiés y los pedales son de aluminio.
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