El R8 5.2 FSI quattro es, actualmente, la variante más potente de la gama R8 y estará a la venta en 2009. Tiene un motor de 525 CV, frente a los 420 CV de la versión R8 4.2 FSI quattro, que lleva a la venta desde 2007.
El motor es atmosférico de gasolina, con diez cilindros y 5,2 litros de cilindrada. Es básicamente el mismo que tiene el Lamborghini Gallardo LP560-4, pero con distinta potencia (el motor V8 de 420 CV que tiene el R8 menos potente también está basado en uno de Lamborghini).
El Audi R8 5.2 FSI quattro acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 s (la versión con cambio «R-Tronic» acelera de 0 a 200 km/h en 12,0 s) y alcanza 316 km/h. El Audi R8 4.2 FSI quattro necesita 4,6 s y alcanza 301 km/h. El consumo medio homologado es 13,7 l/100 km, 0,1 l/100 km más que la versión de 420 CV.
Puede tener un cambio de marchas manual o el automático «R-tronic». Este cambio «R-tronic» es una caja convencional de pares de engranajes, pero con mecanismos automáticos para el embrague y la selección de las marchas. Tiene dos modos de funcionamiento completamente automáticos: uno normal y otro deportivo; este último cambia de marchas a un régimen del motor más alto y hace que la reacción al movimiento del pedal del acelerador sea mayor.
A diferencia del R8 de 420 CV, el de 525 CV tiene la función «Launch Control», para realizar aceleraciones rápidas desde parado, también con la caja de cambios manual. Audi no explica el procedimiento que hay que seguir. En el caso de la automática, con el coche detenido hay que pulsar el botón del control de estabilidad una vez, pisar el freno y a la vez el acelerador, hasta que el régimen del motor se estabiliza. Entonces, basta con quitar el pie del freno para salir con la mayor aceleración posible.
El bastidor del R8 aluminio y está construido con la técnica «ASF» que Audi emplea en modelos como el A8. La distribución de peso es del 44% sobre el eje delantero y el 56% sobre el trasero.
La suspensión es de paralelogramo deformable en cada rueda, con elementos superpuestos; delante tiene dos triángulos y detrás tiene un triángulo superior (imagen) y dos elementos independientes en la parte inferior (imagen). Tiene de serie la suspensión «Audi Magnetic Ride», que consta de unos amortiguadores con un fluido electroviscoso en su interior; este fluido altera su densidad cuando se somete a una corriente eléctrica, lo que hace que una centralita electrónica pueda modificar la firmeza de los amortiguadores en función de las condiciones de la calzada y el tipo de conducción.
Los frenos son los mismos que la versión de 420 CV: discos ventilados y perforados en las cuatro ruedas, pinzas delanteras de ocho pistones y traseras cuatro. Los discos son compuestos, con la parte interna de aluminio y la zona de fricción de hierro. Opcionalmente puede llevar frenos cerámicos que, en conjunto, pesan 9 kg menos que los de acero y tienen una vida aproximada de 300.000 km.
Los neumáticos son de medidas 235/35 (delante) y 295/30 (detrás). Van montados en unas llantas de 19” de diseño específico para esta versión. Según Audi, el R8 5.2 FSI quattro alcanza una aceleración lateral de hasta 1,2g (g es la fuerza de la gravedad terrestre, unos 9,8 m/s²).
La carrocería de esta versión tiene algunos detalles que permiten diferenciarla de la menos potente. Lo que Audi llama «sideblades», la pieza que va tras la puerta, es más ancha en el V10; también cambian las rejillas que hay en las entradas (frontales) y salidas (traseras) de ventilación del motor. Además, los faros de diodos (para cortas, largas, iluminación diurna e intermitentes) son de serie y los pilotos están oscurecidos. Hay dos salidas de escape ovaladas, en vez de las cuatro (dos dobles) del R8 4.2. En el habitáculo no hay cambios.
Información técnica sobre el motor 5.2 FSI
El motor tiene una cilindrada de 5.204 cm³. Da la potencia máxima (525 CV) a 8.000 rpm y un par máximo de 530 Nm a 6.500 rpm. El régimen de giro máximo es 8.700 rpm.
La inyección es directa, a una presión máxima de 120 bar, y la relación de compresión es de 12,5 a 1. La lubricación es por cárter seco.
Las dos bancadas de cinco cilindros forman 90º, en vez de los habituales 72º en un motor de diez cilindros. De esta manera, el motor es menos alto y el centro de gravedad queda más bajo. Los cuatro árboles de levas permiten un ajuste de 42º para modificar las fases de apertura y cierre de las válvulas.
El bloque es de aluminio, como los pistones; las bielas son de acero forjado. El motor V10 pesa 258 kg, 31 kg más que el V8
Fuente: Km77.com
El motor es atmosférico de gasolina, con diez cilindros y 5,2 litros de cilindrada. Es básicamente el mismo que tiene el Lamborghini Gallardo LP560-4, pero con distinta potencia (el motor V8 de 420 CV que tiene el R8 menos potente también está basado en uno de Lamborghini).
El Audi R8 5.2 FSI quattro acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 s (la versión con cambio «R-Tronic» acelera de 0 a 200 km/h en 12,0 s) y alcanza 316 km/h. El Audi R8 4.2 FSI quattro necesita 4,6 s y alcanza 301 km/h. El consumo medio homologado es 13,7 l/100 km, 0,1 l/100 km más que la versión de 420 CV.
Puede tener un cambio de marchas manual o el automático «R-tronic». Este cambio «R-tronic» es una caja convencional de pares de engranajes, pero con mecanismos automáticos para el embrague y la selección de las marchas. Tiene dos modos de funcionamiento completamente automáticos: uno normal y otro deportivo; este último cambia de marchas a un régimen del motor más alto y hace que la reacción al movimiento del pedal del acelerador sea mayor.
A diferencia del R8 de 420 CV, el de 525 CV tiene la función «Launch Control», para realizar aceleraciones rápidas desde parado, también con la caja de cambios manual. Audi no explica el procedimiento que hay que seguir. En el caso de la automática, con el coche detenido hay que pulsar el botón del control de estabilidad una vez, pisar el freno y a la vez el acelerador, hasta que el régimen del motor se estabiliza. Entonces, basta con quitar el pie del freno para salir con la mayor aceleración posible.
El bastidor del R8 aluminio y está construido con la técnica «ASF» que Audi emplea en modelos como el A8. La distribución de peso es del 44% sobre el eje delantero y el 56% sobre el trasero.
La suspensión es de paralelogramo deformable en cada rueda, con elementos superpuestos; delante tiene dos triángulos y detrás tiene un triángulo superior (imagen) y dos elementos independientes en la parte inferior (imagen). Tiene de serie la suspensión «Audi Magnetic Ride», que consta de unos amortiguadores con un fluido electroviscoso en su interior; este fluido altera su densidad cuando se somete a una corriente eléctrica, lo que hace que una centralita electrónica pueda modificar la firmeza de los amortiguadores en función de las condiciones de la calzada y el tipo de conducción.
Los frenos son los mismos que la versión de 420 CV: discos ventilados y perforados en las cuatro ruedas, pinzas delanteras de ocho pistones y traseras cuatro. Los discos son compuestos, con la parte interna de aluminio y la zona de fricción de hierro. Opcionalmente puede llevar frenos cerámicos que, en conjunto, pesan 9 kg menos que los de acero y tienen una vida aproximada de 300.000 km.
Los neumáticos son de medidas 235/35 (delante) y 295/30 (detrás). Van montados en unas llantas de 19” de diseño específico para esta versión. Según Audi, el R8 5.2 FSI quattro alcanza una aceleración lateral de hasta 1,2g (g es la fuerza de la gravedad terrestre, unos 9,8 m/s²).
La carrocería de esta versión tiene algunos detalles que permiten diferenciarla de la menos potente. Lo que Audi llama «sideblades», la pieza que va tras la puerta, es más ancha en el V10; también cambian las rejillas que hay en las entradas (frontales) y salidas (traseras) de ventilación del motor. Además, los faros de diodos (para cortas, largas, iluminación diurna e intermitentes) son de serie y los pilotos están oscurecidos. Hay dos salidas de escape ovaladas, en vez de las cuatro (dos dobles) del R8 4.2. En el habitáculo no hay cambios.
Información técnica sobre el motor 5.2 FSI
El motor tiene una cilindrada de 5.204 cm³. Da la potencia máxima (525 CV) a 8.000 rpm y un par máximo de 530 Nm a 6.500 rpm. El régimen de giro máximo es 8.700 rpm.
La inyección es directa, a una presión máxima de 120 bar, y la relación de compresión es de 12,5 a 1. La lubricación es por cárter seco.
Las dos bancadas de cinco cilindros forman 90º, en vez de los habituales 72º en un motor de diez cilindros. De esta manera, el motor es menos alto y el centro de gravedad queda más bajo. Los cuatro árboles de levas permiten un ajuste de 42º para modificar las fases de apertura y cierre de las válvulas.
El bloque es de aluminio, como los pistones; las bielas son de acero forjado. El motor V10 pesa 258 kg, 31 kg más que el V8
Fuente: Km77.com