19 de junio de 2012

Audi Q5 Hybrid quattro

El Audi Q5 hybrid quattro es la versión híbrida del Q5. Con este "esquema" de propulsión Audi tiene anunciadas versiones similares del A6 y el A8. Está basado en el Q5 2.0 TFSI quattro de 211 CV con cambio Tiptronic, pero al que le ha añadido en el interior de la caja de cambios un motor eléctrico de 54 CV. La potencia máxima conjunta es 245 CV.



No tiene ninguna toma de corriente para recargar la batería, así que toda la energía eléctrica proviene directa (haciendo funcionar al motor eléctrico como generador) o indirectamente (al recuperar la energía cinética en las deceleraciones) de la gasolina. La ventaja es que la energía que se produce indirectamente, en un coche con únicamente un motor de combustión no se puede emplear para impulsarlo.

No se trata de un coche que, en terminos absolutos, gaste poco combustible puesto que la principal aportación al movimiento la hace el motor de gasolina. El motor eléctrico supone una ayuda básicamente en trayectos urbanos, donde hay que estar reiniciar la marcha muchas veces y ahí es donde saca ventaja frente a los que tienen un motor de gasolina. En carretera, las diferencias con otros coches similares no son grandes.

El Q5 Hybrid cuesta 57 400 euros, casi 10 000 más que el de gasolina a secas. La diferencia de equipamiento —asientos traseros deslizables longitudinalmente, el navegador MMI plus, las llantas de 19" y la pintura completa— corresponde a 4470 euros de esos 10000, así que el resto puede achacarse al sistema híbrido. En el ciclo medio homologado de consumo, el Q5 hybrid gasta 6,9 l/100 km y la versión 2.0 TFSI tiptronic de 211 CV gasta 8,6. Por lo tanto, para que compense la adquisición del híbrido (y al precio actual de los combustibles en España), es necesario recorrer 280 000 km para amortizarlo (que se reducen a 74 000 si tienen el mismo equipamiento). Esta distancia será menor cuanto mayor sea la cantidad de kilómetros recorridos por ciudad, entorno donde ya hemos dicho que el sistema híbrido obtiene mayor ventaja. Pero la versión más similar por precio, prestaciones y consumo es el Q5 3.0 TDI S tronic que, a igualdad de equipamiento, cuesta 1500 euros más. En este caso, para que el Diesel salga más rentable hay que recorrer más de 205 000 kilómetros (eso si el precio del gasóleo no sigue disminuyendo su diferencia con el de la gasolina)
Algo que no sé cuantificar es la posibilidad de que la versión híbrida tenga una depreciación menor que las otras por la previsible subida de los combustibles durante los próximos años o en el caso de que aparezcan leyes que sean ventajosas para este tipo de coches a la hora de circular por zonas con restricciones al tráfico.

En el habitáculo apenas hay cambios respecto a cualquier otro Q5. Sí es distinto el maletero, que pierde el doble fondo al ir alojado ahí parte del sistema eléctrico (la batería de alta tensión y su sistema de refrigeración). Como consecuencia no puede llevar rueda de repuesto de ningún tipo. En el cuadro de instrumentos desaparece el cuentarrevoluciones y el indicador de temperatura del líquido refrigerante del motor. En su lugar hay un indicador que Audi llama «Power Meter», y un medidor de la carga de la batería, respectivamente. En la pantalla del navegador también se muestra información del sistema híbrido.
Exteriormente, el Q5 hybrid quattro se diferencia del resto de versiones de la gama por pequeños detalles como la parrilla pintada de color negro brillante, las salidas de escape cromadas, la posibilidad de optar por un tono exclusivo para la carrocería («Polar Silver Metallic»), las llantas de aleación de 19 ó 20 pulgadas y la presencia del anagrama «hybrid» en el portón del maletero y los pasos de rueda delanteros.

Fuente: www.km77.com

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